La ráfaga

de un recuerdo casi le agujerea el corazón,
por suerte traía un buen chaleco antibalas.

El acto más estúpido

es enojarse con la vida.

Crónicas Dramscianas

Una de los objetivos específicos planteados por Drams fue aprender eso de vivir en el "aquí y ahora". En algún momento creyó haberlo entendido, pero para variar erró en la profundidad del concepto. Para Drams el aquí y ahora había sido eliminar las presiones del futuro, cortando aquellos proyectos y sueños que requirieran una detallada planeación. "Son paja mental", decía y sustentaba ese razonamiento en la impredictibilidad del futuro, porque ella implicaba la improductividad de planear elaboradamente ya que tendría que tomar decisiones a diario que modificarían esos planes. Todavía se pregunta si eso fue también (o no) una mala interpretación de un puñado de principios budista. Como sea, de golpe se dió cuenta que no podía vivir sin proyectos claros ni de relaciones pasajeras. Se había comprado eso de eliminar el deseo para ser feliz y cayó en la apatía, porque por muy lindo que suene, nadie puede vivir sin sus deseos. Una vez habiendo caído en cuenta del error, buscó lo más básico del "aquí y ahora" con el fin de ver si podía entenderlo de verdad. En términos concretos, Drams bajó a las sensaciones primarias del cotidiano. Fue así como sintió el aire frío de Santiago darle en la cara y su cuerpo dolerle entero por aquel par de años en que se había desconectado por completo de él. Sin haber sido nunca masoquista le gustó ese dolor y lo prolongó lo más que pudo. Como una vez le dijo la gran Fer "si duele es porque estás vivo" (plagio de alguna canción, lo sé).