1.1.14

El pastor de ovejas

Me miró a los ojos y me mintió con convicción. Era lo suficientemente inteligente para saber que no era cierto, pero no tan fuerte como para enfrentar la verdad. Es imposible vencer a la aterradora soledad. Así fue como hizo de la mentira una verdad para todos. Me dieron ganas de decirle: "Pastor, todos estamos solos y asustados, pero así es la vida, no hay nada que hacer con ello. Abra los ojos y se acostumbrará rápido a la luz, ud. puede".

Me quedé callado, ese no era mi trabajo. Aún así siento cierta culpa.