Y en medio de eso pienso en todas las ocasiones donde, al igual que ella, no vi lo querido que era. Vuelvo a ella y pienso en como me vibra el corazón cuando le hablo, pero también sé que el corazón y la vibración son mías y no suyas. Cómo son mi posesión pueden vivir en otros lados.
La miro de nuevo y pienso que el tiempo para darse cuenta se le sigue acabando. Otros relojes me marcarán a mí los minutos que nos quedan.
Sí te vas y no te das cuenta, seguiré siendo feliz. El amor por ti vive en mí.