29.7.07

20's


Con zapatos barrosos y metido en miedos reales con algo de cirrosis y un largo expediente de deudas. Había sido el primogénito de una familia opulenta, hasta que el cigarro lo fumó y el alcohol lo bebió. Había sido orgulloso y orgullo de otros. Hoy era el antiejemplo de su clase, transformándose en icono de los bares de los 20's santiaguinos. Era poeta en un época donde no tenía gracia serlo, porque todos a su manera hacían poesía en un país irreal, ese que las generaciones posteriores añoramos y tratamos de vivir en picadas de malas muerte con viejos escabechados en pipeño, creyendo que estamos a tono con el lugar llevando Nikes rotas.
No, no entendemos el Santiago de Josefino Riera, aquel poeta flaco, medio muerto de hambre y medio millonario por una herencia que jamás le dijeron que tenía, porque temían que se la gastara en parrandas con amigos que no eran amigos, pero servían para festejar. El hombre no se preocuparía de nada serio ni nadie se lo exigiria, porque era su naturaleza ser idiota o genio, según la marea fuera alta o baja. La rubia Esther no tuvo el tiempo suficiente a su lado para domesticarlo y hacerlo uno más en un mundo que se llenaba a goterones constantes de muchos "uno más". Jamás despertó a su lado luego de una noche de sexo magnificente y no porque no lo quisiese, sino porque no correspondía. Era impensable despertar con Josefino y confundirlo con un gesto así, ya que, aunque el no lo aceptara, no era para tener una familia o un trabajo. Había nacido con el don de la poesía y no escribió en su vida un solo verso que valiera la pena recordar...

1 comment:

Trini said...

Hola! cómo estás? Gracias por tu comentario, encontré muy interesante tu blog. A mí también me gustaron Belleza Americana y Efecto Mariposa. Saludos, cuidate