Días extraños (VII)

Los círculos se rompen o comienzan en distintas formas. Los círculos no son buenos ni malos. Son potencialmente buenos y a la vez potencialmente malos. Los círculos están vivos y son humanos. Los círculos nacen, se reproducen y mueren. Engendran realidades nuevas y luego mueren, pero al igual que los humanos son borrables del aquí y el ahora, pero no se puede negar que existieron. No puedo decir que Fernanda no existió en mi vida, sería una mentira negarla. En este momento solo puedo cerrar el círculo y abandonarlo. Es tiempo de matarlo. Debo dejar de hacerme daño y perdonarme por haber sido tan tonto. No deseo pensar más en ella, en mi vida desde que se fue ni en todas las mentiras que hay ocultas aún….estoy cansado y soy débil, pero no deseo seguir muriendo. Deseo dejar de sangrar, pero no puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo y trato de comprender el porqué me vi envuelto en tanta mentira, ¿Porqué me rodeo tanta podredumbre? Si yo la ame. Yo la cuidé cada vez que tenía pena y la vi herida. Ahora la llamo y no contesta. Sangro mucho desde hace tiempo. No deseo morir, pero llamarla es morir de a poco. Cada vez que la llamo y no viene se expande mi lepra. Tengo lepra en el alma. Se cae a pedazos. Quiero levantarme, pero soy demasiado pesado y me cuesta elevar el alma del piso.

- Marcelo, antes de bajar del auto, hay algo que quisiera saber-
- ¿Qué?-
- Al final del funeral la mamá de Estefanía te entregó un cuaderno ¿Qué era?-
- Era el diario de vida de Estefanía, dijo que lo escribió para mí y que yo debía conservarlo-

Se me agotó la imaginación. Ya no tengo más metáforas para describir lo mal que me siento. Me pregunto como irá Marcelo. ¿También tendrá lepra? No lo creo, o al menos espero que no. Es horrible odiar a quien amaste. Es horrible pedir auxilio y ver que quien te juró amor se aleja dos metros y no te habla. Te deja morir. Es patético y es triste, mientras más patético es más triste, porque se transforma en comedia. Por cometer el error de quererla me encuentro en medio de todo….y deseo salir… no moriré en este círculo…no puedo estar encerrado por siempre. Yo decido salir. Yo decido dejar de estar triste. No deseo seguir pudriendome. Es hora de romper esto. Cuatro años es mucho tiempo. Deseo reír como antes, cuando era niño y abandonar esto. Soy más fuerte que todo esto. Aún estoy vivo, todavía late. No me puedo rendir aquí. Es la vez setecientos setenta y siete que me paro, aunque vuelva caer me levantaré y daré dos pasos más de los que di la última vez antes de caer y lo haré así hasta que ya no siga cayendo. Aún sigo vivo, aún late.

- Hola Fer, ¿Cómo estás?-
- ¿Quién te dijo que estaba aquí?-
- Nadie. Supuse que pasarías al cementerio a ver a la Fata antes de irte. Algo te conozco-

¿Y qué importa si remo solo? Mi bote no volteará si aprendo a remar solo. Con el tiempo mis brazos serán más fuertes y recorreré el camino con mayor ligereza. Abre los ojos o se realista Pancho. Casi siempre alguien ha remado conmigo. Sr. Oso ha estado ahí y si no es él es mi hermana Carla o mi primo Marcelo y en ocasiones mis padres lo han intentado sin mucho éxito. Aun así, algún día me tocará remar solo, mejor así. Me servirá para aprender a escucharme y convivir conmigo, me hará sabio estar en el mar y escuchar las olas. Su sonido me dará placidez en las tormentas como la que cae hoy. Soy feliz y si no lo soy no importa. Estoy vivo y tengo la posibilidad de serlo. Con eso me basta.

-Supongo que no viniste a ver a la Fata y deseas conversar conmigo. Saber por qué me fui de Santiago por tanto tiempo-
- No tiene sentido explicar nada, ya no importa-
- Entonces… ¿Me aceptarás sin saber lo que ocurrió?-
- Ya sé lo que ocurrió… y siento pena por ti-
- ¿Quién te lo dijo?-
- Nadie-
- ¿Entonces?-
- Fata le dejó su diario a Marcelo. Lo leí anoche-
- ¿Me odias?-
- No, ya te dije, me das pena. Hasta yo me doy lástima-
- Tú no tuviste la culpa-
- No, no la tuve-
- Entonces ¿Por qué te das pena?-
- Porque no deseaba que acabaran así las cosas, pensé que las cosas tenían arreglo-
- ¿Qué piensas hacer?-
- Deseo…-
- ¿Qué cosa?-
- Deseo que te vayas de Santiago y que vivas acá en Rancagua. No deseo verte más-
- Está bien, lo haré, es justo que me pidas eso ¿Estas seguro que eso quieres?-
- Si-
- Bueno, como esta es la última vez en que nos veremos, también deseo pedirte algo-
- ¿Qué quieres?-
- Abrázame-

¡Que abrazo tan cálido!... es como antes, cuando las cosas estaban bien… Hace años que no sentía algo así… Desde cuando teníamos quince años y pensábamos que estaríamos juntos por siempre…

...Sus lágrimas caen en mi hombro, deseo besarla y perdonarla. Mentirme, creer que todo esta bien y el pasado no existe...No puedo hacerlo y ella tampoco podrá creerme. Este es el final más justo al que podemos optar, pero no el menos doloroso...Deseo retroceder un poco en el tiempo, para no amarla o evitar que cometa el error por el que nos estamos separando... En el aire está la maldita incertidumbre de no saber... No, me equivoco... es una maldita certeza: saber que juntos ambas vidas estarían completas.


Fin